Sentirse extremadamente perturbado por algunos sonidos: Misofonía o misofónico

Edanaz Aksoy

Edanaz Aksoy

Editör - Bilgi Hukuk

La misofonía o ser misofónico es un trastorno de la percepción, no un trastorno auditivo contra los sonidos. Cuando alguien a su alrededor da golpecitos con un bolígrafo en la mesa o sorbe el café, su reacción está relacionada con su alta sensibilidad sonora. Es inevitable que te afecte el sonido.
Si le molesta volver a oír durante el día la alarma que ha programado para levantarse por la mañana, si se enfada porque no para de sonar el claxon de los coches o si le gusta más la noche que el día, es posible que padezca una misofonía. Los misófonos experimentan que les molestan ciertos sonidos.
Esta afección, que pueden padecer 2 de cada 10 personas, es una condición neurofisiológica en la que se muestran reacciones desproporcionadas ante determinados sonidos. Las reacciones que muestra a menudo pueden ser involuntarias y es posible que sea consciente de ello. La sensibilidad de la voz puede variar y algunas categorías de voz son más comunes que otras. Esta categoría incluye los sonidos nasales que salen de la boca y se producen al comer, o los sonidos producidos por los movimientos de las manos al inspirar y espirar.

Odio sonoro e ignorancia

Los pacientes misófonos, a los que les molestan ciertos sonidos, suelen hablar poco y sus reacciones tienden a ser emocionales. Les gustan mucho los sonidos de la naturaleza y los ecos acústicos. Les gusta la música lenta y dar significado a los sonidos. Las canciones que escuchan deben recordarles algo y, sobre todo, quieren establecer una conexión con los acontecimientos que han vivido.
En 2017, el Journal of Clinical Psychology examinó en un estudio la conexión de la misofonía con otras enfermedades neurológicas. Como resultado de la investigación, revelaron que, aunque la misofonía está asociada a algunas afecciones, trastornos como los alimentarios y los obsesivo-compulsivos no pueden explicar totalmente los síntomas misofónicos.
La tendencia de los pacientes misófonos a reaccionar es variable, pero no es posible intentar ignorar los sonidos. Los pacientes misófonos pueden tener problemas de atención selectiva. En un estudio realizado con misofónicos expuestos a sonidos desencadenantes, el 29% de ellos se volvieron verbalmente violentos, mientras que el 17% dirigió su agresividad hacia diversos objetos. Por otra parte, el 14% mostró agresividad física hacia la fuente del sonido desencadenante. En este caso, el entorno social y las relaciones de los pacientes se ven inevitablemente afectados.
Aunque se ha sugerido que la terapia cognitivo-conductual puede ser útil como resultado de la investigación, no se ha aplicado plenamente.

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Kategoriler: Psicoloji, Vida

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